Dotar a la parcela de diferentes composiciones que conformen un todo equilibrado.
Conferir a los distintos espacios la impresión de un mayor tamaño.
Una huerta de aromáticas y flores, centrada en una fuente alta, confiere al jardín de entrada un alto valor ornamental.
Arriates de rosas y flores blancas por toda la parcela le dan uniformidad.
Grupos de macetas de diferentes formas y tamaños con naranjos enanos, madroños, laureles y bojs, dotan al espacio lateral de un interés estético singular.
La alineación de macetas de olivos genera un espacio más alargado visualmente de lo esperado.
Arces, rododendros y anémonas formaron el sotobosque acompañando a los grandes cedros existentes en la parcela.